Las Azores, nueve islas de diverso tamaño a algo más de 1400 kilómetros de Europa y algo menos de 2500 de Terranova en Canadá. Con un clima oceánico subtropical con muy poca variación estacional, es decir inviernos suaves y meses de verano no demasiado calurosos, en resumen, perfectas. Lo difícil será decidir cuál de ellas visitar o si eres afortunado, en qué orden recorrerlas
San Miguel, la primer isla que te recibirá porque aquí se encuentra el aeropuerto de Ponta Delgada. Entre sus preciosos paisajes no te pierdas la espectacular caldera de Sete Cidades, con más de 12 km de perímetro, y sus tres lagos. Los dos más famosos: Lagoa Verde y Lagoa Azul
Terceira, paradójicamente la segunda isla más grande, te espera para que disfrutes
en su bella capital, Angra do Heroismo, Patrimonio de la Humanidad, admires las vistas del Mirador da Serra do Cume y desciendas a las profundidades del volcán Algar do Carvão y Faifal, conocida como la Isla Azul, te asombrará con su increíble paisaje lunar
La isla de San Jorge, perfecta para el senderismo, con bellos acantilados y un rico queso, denominación de origen, Queijo São Jorge, cuyo origen se remonta al siglo XV
La isla de Pico, que junto con Faial, son las mejores del archipiélago para el avistamiento de cetáceos. Aquí podrás subir a la montaña de Pico, el punto más alto de Portugal con 2.351 m. de alto, y contemplar sus viñedos sobre suelo volcánico, Patrimonio de la Humanidad
La Isla de Graciosa, con sus curiosos molinos blancos y rojos, muestra de que es el granero de las Azores. Te sorprenderá con la increíble Furna de Enxofre o la caverna volcánica de Azufre, una gruta volcánica con 194 metros de largo y 40 metros de altura, que tiene en su interior una laguna de agua fría sulfurosa de 130 m de diámetro.
La pequeña isla de Santa María donde se encuentra la única playa de arena blanca de todo el archipiélago y dos lugares curiosos: Pedreira do Campo, una filtración basáltica a más de 100 metros de altitud y que alberga en su interior un montón de fósiles de organismos marinos y el desierto rojo de Barreiro da Faneca.
La Isla de Flores, naturaleza en estado puro. Aquí no te pierdas las enormes columnas de basalto de Rocha dos Bordones, las aguas sulfurosas de Aguas Quentes y el impresionante Poço da Ribeira do Ferreiro
La isla de Corvo, la más pequeña de las Azores, con 17 km2, donde es posible perderse y olvidarse de los problemas, solo tiene 500 habitantes y prácticamente no hay coches.
Y entre las islas, unos 24 tipos diferentes de ballenas, uno de los mayores santuarios del mundo.
ES UN PARAÍSO, ¿VERDAD?