Budapest, la capital y ciudad más poblada de Hungría comenzó como un asentamiento celta y es hoy día una de las ciudades más bellas de Europa, conocida como La Perla del Danubio
Os proponemos una escapada a esta bella ciudad que son dos en una: Buda y Pest. Buda la antigua sede real y zona residencial, situada sobre una colina. Y Pest, el corazón económico y comercial, ubicada en una zona llana. En la parte de Buda encontraremos: el Castillo de Buda, el Palacio Real, el Bastión de los Pescadores, la colina Gellert, el búnker y la iglesia de Matías. Lugares todos ellos imprescindibles durante nuestra estancia. En Pest el Parlamento, el barrio judío, la señorial Avenida Andrassy, la Ópera y el Parque Varosliget
En tu recorrido no olvides:
1. Acercarte al Monumento de los zapatos, en la orilla del Danubio, cerca del Parlamento, donde replicas en metal de zapatos de todos los tamaños y estilos utilizados en los años 40 nos recuerdan los asesinatos de miles de judíos que eran arrojados al río descalzos.
2. Entrar en la Línea 1 de metro, Patrimonio de la Humanidad, inaugurada en 1896. Te sorprenderá con sus preciosas estaciones vintage, con paneles de madera, pilares de hierro verde oscuro, sus paredes cubiertas con azulejos de cerámica blanca y marrón hechas por el fabricante de porcelana más famoso del mundo, Zsolnay, y sus elegantes bancos de madera y hierro forjado
3. Tomarte algo en un Ruin Bar cuando visites el barrio judío. Son lugares de encuentro ubicados en edificios antiguos que estuvieron a punto de ser derruidos, siendo salvados por la idea de convertirlos en bares, con una decoración original e interesante oferta cultural: mercadillos, proyecciones de películas, conciertos gratuitos
4. Caminar por la Avenida Andrássy, un bulevar emblemático de la ciudad construido en 1872 y flanqueado por casas y palacios construidos por los arquitectos más distinguidos de la época, para ver el edificio de la Ópera y ¿por qué no? comprar entradas aprovechando que tienen precios muy accesibles
5. Disfrutar de las piscinas exteriores de alguno de los balnearios de la ciudad debajo de las estrellas, mirando el cielo desde el calor de los 40 grados del agua. Las opciones son diversas: el más recomendado, el Balneario Széchenyi (1913), es el más famoso y una de las termas de estilo neogótico más grandes de Europa; el más impresionante –pero con instalaciones más anticuadas- el Balneario Gellért, uno de los más bonitos del mundo, inaugurado en 1918 y situado en el mítico hotel Gellért; es famoso por haberse rodado en su impresionante piscina principal varios anuncios publicitarios, ¿te acuerdas de alguno?
6. Subir a la colina de Buda para ver el Castillo y las vistas del Parlamento desde el Bastión de los Pescadores, y hacer una de las mejores fotos de tu vida si esperas el atardecer. Quédate un rato más y podrás disfrutar de Pest iluminada.
7. Atravesar caminando alguno de estos tres puentes que unen Pest y Buda: el Puente de las Cadenas, el Puente de Margarita (Margit hid) o el Puente de la Libertad (Szabadság hid), todos ellos restaurados ya que fueron destruidos por zapadores de la Wehrmacht en enero de 1945, durante su retirada.
8. Y pasar por debajo de ellos en un crucero por el Danubio. Las excursiones básicas tienen una duración mínima de 60 minutos y suelen recorrer el río pasando por debajo de los puentes más famosos de Budapest y rodear Isla Margarita. En la mayoría de los barcos ofrecen una bebida gratuita al contratar el paseo. Hay también cruceros con cena con precios asequibles y unas dos horas de duración. Algunas compañías ofrecen también música en directo.
9. Traerte de regreso algo de su gastronomía para que tus amigos te perdonen haberlos dejado en tierra. Prueba con el salami, las salchichas de Debrecen o los ahumados de Gyulai, que se pueden adquirir en cualquier tienda o mercado de la ciudad. También podrás conseguir su perdón con alguna bolsita de paprika o una botella de Unicum, un licor de hierbas, o de Palinka, un licor de albaricoque, cerezas o ciruela.
Pero sobre todo, DISFRUTA!!!!!